http://www.turismo-prerromanico.com/wp-content/uploads/2016/05/REYES-GODOS2.pdf

https://www.sintesis.com/data/indices/9788491712190.pdf

http://www3.gobiernodecanarias.org/medusa/ecoblog/magarmark/files/2012/11/La-batalla-de-Tours-o-La-batalla-de-Poitiers.pdf

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Las grandes migraciones de los reinos Germánicos

Las grandes migraciones de los reinos Germánicos

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Profesor particular Carlos
PUBLICADO EL 28 DE FEBRERO DE 2020 POR CARLOS / Etiquetas:

La Europa de principios del siglo VI está marcada por la caída del Imperio Romano de Occidente y la entrada de los reinos germánicos. Después de dos largos siglos de evolución constante de las futuras naciones, en la Europa del siglo VIII hubo un nuevo acontecimiento: el despertar islámico. Dos batallas marcaron la geopolítica en estas dos etapas en Europa: la batalla de Vouillé y la batalla de Poitiers.

La batalla de Vouillé, 507 d.C., fue provocada por la ambición del rey franco Clodoveo I, quien decidió iniciar una política expansionista con el objetivo de dominar el norte y el este de la Galia, logrando muchas victorias gracias a sus aliados: los aristócratas, así como las tribus cristianas (tras la conversión de Clodoveo I). Teniendo en su dominio el norte y el este, decidido a continuar el ejemplo del Imperio Romano, se propuso a seguir conquistando hacia el sur de la Galia, donde se encontraba el Reino Visigodo de Alarico II. Este monarca visigodo, conociendo los afanes expansionistas de Clodoveo I, quiso reunirse con él para evitar un enfrentamiento. La villa de Amboise fue el lugar de encuentro entre los dos reyes, pero las cosas no salieron como Alarico II pretendía. Ambos monarcas se despidieron, sabiendo lo que iba a ocurrir: uno podía perder su reino o el otro, perder su prestigio militar. El rey franco, acompañado de su hijo Teodorico, decidió cruzar el rio Loira, y los visigodos intentaron bloquearles el paso a la espera de refuerzos ostrogodos. Pero en la llanura de Vouillé los dos ejércitos se enfrentaron dando lugar a una masacre. Esta batalla cuerpo a cuerpo finalizó con la muerte en combate de Alarico II. Los francos vencieron y los visigodos se vieron forzados a retirarse atravesando los Pirineos. Ya en la Península Ibérica, los visigodos crearon un nuevo reino, el Reino de Toledo, el cual perduró hasta la derrota en la batalla de Guadalete, el año 711 d.C., contra los árabes, en concreto contra el califato Omeya. Los Visigodos en la Península Ibérica, los Francos en la Galia y en medio de ambos una frontera natural, los Pirineos.

Hemos hablado de la Europa del siglo VI, pero a mediados del siglo VIII fueron los árabes quienes sintieron ese afán expansionista hacia el norte de Europa. La batalla de Poitiers fue crucial en este nuevo marco europeo.

El reino franco es esa época estaba gobernado por Carlos Martel, quien daría fruto a una nueva línea dinástica real, la de Carlomagno. Este monarca fue el encargado de hacer frente al avance de los árabes y sus saqueos en el sur de la Galia. En el año 725 d.C., siete años antes de la batalla de Poitiers, los árabes ya habían conquistado el Languedoc y, un año más tarde, la Borgoña; y pretendiendo proseguir hacia el norte de la Galia, pero el duque Eudes de Aquitania consiguió detenerlos en Toulouse. Sin embargo, los árabes contratacaron con una nueva ofensiva, con la intención de tomar el santuario de San Martín de Tour, en la actual ciudad francesa de Tours. El duque Eudes era consciente de que no sería capaz de resistir una nueva oleada musulmana, mas contaba con el apoyo de Carlos Martel, quien con una numerosa infantería se dirigió en su ayuda. Ambos ejércitos, el franco y el árabe, se encontraron frente a frente en Poitieres, pero ninguno atacó. El ejército franco estaba compuesto por una numerosa infantería, aunque con una escasa caballería; por el contrario, el ejército árabe contaba con una importante fuerza de caballería. Esta diferencia notoria llevó a Carlos Martel a idear una estrategia basada en ataques cortos con muchos hombres, táctica que le serviría para impedir que la caballería árabe rompiese sus líneas. Los francos, por otra parte, tenían la ventaja de luchar en su territorio, conocían la geografía del terreno y a la vez los posibles caminos de huida del enemigo. El 19 de octubre del año 732 d.C., el grito de guerra sonó en boca del visir Al-Gafiki y su caballería se lanzó al ataque, pero no estaban acostumbrados a combatir contra tantos hombres, lo que les provocó una inesperada indefensión, siendo una presa fácil para los francos. Parece ser que el desenlace final se obtendría gracias a un supuesto rumor, que consistía en hacerles creer a los árabes que la caballería franca no luchaba en la batalla ya que se estaban robando, en sus campamentos, sus tesoros saqueados. . Los árabes, al recibir esta información, corrieron en estampida hacia sus campamentos, retirada que aprovecharon los francos para perseguirles y acabar con ellos.

Fue en esta batalla donde Carlos Martel consiguió el apodo de Martellus y fue respetado por todos sus súbditos. Durante los siguientes años se encargó de expulsar completamente a los árabes del norte de Europa. La importancia de esta batalla fue por ello crucial para frenar a la expansión islámica hacia el norte de Europa.

 

Webgrafía

http://www.turismo-prerromanico.com/wp-content/uploads/2016/05/REYES-GODOS2.pdf

https://www.sintesis.com/data/indices/9788491712190.pdf

http://www3.gobiernodecanarias.org/medusa/ecoblog/magarmark/files/2012/11/La-batalla-de-Tours-o-La-batalla-de-Poitiers.pdf

https://www.artehistoria.com/es/ontexto/batalla-de-poitiers

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