Los tiempos cambian, las profesiones, por lo tanto también. A partir de este párrafo, os doy mi opinión personal de cómo es este mundo, en constante cambio. Uno de los retos que nos vamos a enfrentar en los próximos 25 - 30 años, es adaptarnos a la automatización de cualquier tarea. Esto, junto con el control del exceso de emisiones de dióxido de carbono y otros gases nocivos para nuestra salud, y la desmesurada contaminación de nuestros océanos y la degradación del medioambiente, será lo que determine la supervivencia de muchas de las especies del reino animal, incluida la nuestra.
Es por ello, que una de las formas para ganarse el sustento, pase por dominar la técnica del futuro y la industria 4.0. En mi humilde opinión, generaciones futuras han de formarse en aquello en lo que se sienta realizado, pero esto que acabo de comentar hay que tenerlo en cuenta. Me explico.
Soy partidario de que la enseñanza obligatoria debe de adaptarse para formar a las futuras generaciones en materias relacionadas con la robótica, informática, telecomunicaciones además de las matemáticas, la física y química, el lenguaje, filosofía e historia. Es importante que sepamos ser críticos y practiquemos la meditación para acertar en nuestras decisiones. Si todos recibimos una formación técnica obligatoria, tendremos más posibilidades de introducirnos en el mercado laboral, cada día más automatizado. Y aparte, una vez que podamos ganarnos el sustento, poder optar a realizarnos como seres humanos, estudiando aquello que nos gusta, como puede ser la música en mi caso.
Mi aportación a esta sociedad, pasa por ayudar a aquellas personas con las asignaturas científico-técnicas, y a aquellas que tengan inquietud por la música. En mi historia personal, he combinado música con estudios obligatorios y posteriormente con mi formación como ingeniero técnico. Durante mi trayectoria profesional, he tenido la suerte de trabajar simultáneamente como analista de un laboratorio y como profesor de música en una Escuela Municipal de Música. Por motivos familiares, la música lo tuve que apartar (después de años en agrupaciones, de enseñar a más de una docena de alumnos) de mi vida, pero poco a poco lo voy retomando.
La técnica combinada con un arte o deporte, nos complementa como seres humanos y nos da innumerables satisfacciones. De ahí que mi reflexión, como ingeniero humanista, de estos casi 15 años de vida laboral sea la siguiente:
"Os animo a realizar los sueños que tengáis, a estudiar aquello que os llene de emoción la vida. Con esto os sentiréis realizados como personas, pero no olvidéis que si tenéis la suerte de que alguien os transmita conocimientos científico-técnicos y os preparáis para las nuevas tecnologías, tendréis más oportunidades para poder acceder al mercado laboral, cada día más especializado".
Agradecería que todo lo que está aquí escrito fuera objeto de discusión, puesto que mi opinión personal se enriquecería con cada una de vuestras opiniones.
">En la actualidad, el mundo gira más rápido que nunca.
¿Os habéis parado a pensar por un momento, cómo eran las comunicaciones hace 30 años? Raro era el hogar que tenía un PC, y este no era capaz de presentarte caracteres más allá del color verde. El único modo de comunicarse a distancia era el teléfono fijo, hoy en día ese gran olvidado, y la compra-venta de productos se hacía exclusivamente en comercios físicos con dependientes físicos y se utilizaba como medio de pago billetes y monedas. La comunicación y los flujos de información eran totalmente diferentes y muchos más lentos que lo que nos ofrece hoy en día la técnica.
En 30 años hemos reinventado la comunicación, y nos hemos acostumbrado a conseguir cualquier cosa en un intervalo de tiempo muy corto, y esto pasa factura a nuestra forma de vida. Hemos pasado a un estilo de vida donde en la palma de nuestra mano, tenemos un dispositivo capaz de informarnos de lo que pasa en el mundo, de indicarnos los establecimientos donde mejor nos atienden, un teléfono con servicios de mensajería, un aparato lleno de aplicaciones, donde podemos realizar pedidos y pagarlos... en definitiva, tenemos el "mundo" en nuestras manos.
Los tiempos cambian, las profesiones, por lo tanto también. A partir de este párrafo, os doy mi opinión personal de cómo es este mundo, en constante cambio. Uno de los retos que nos vamos a enfrentar en los próximos 25 - 30 años, es adaptarnos a la automatización de cualquier tarea. Esto, junto con el control del exceso de emisiones de dióxido de carbono y otros gases nocivos para nuestra salud, y la desmesurada contaminación de nuestros océanos y la degradación del medioambiente, será lo que determine la supervivencia de muchas de las especies del reino animal, incluida la nuestra.
Es por ello, que una de las formas para ganarse el sustento, pase por dominar la técnica del futuro y la industria 4.0. En mi humilde opinión, generaciones futuras han de formarse en aquello en lo que se sienta realizado, pero esto que acabo de comentar hay que tenerlo en cuenta. Me explico.
Soy partidario de que la enseñanza obligatoria debe de adaptarse para formar a las futuras generaciones en materias relacionadas con la robótica, informática, telecomunicaciones además de las matemáticas, la física y química, el lenguaje, filosofía e historia. Es importante que sepamos ser críticos y practiquemos la meditación para acertar en nuestras decisiones. Si todos recibimos una formación técnica obligatoria, tendremos más posibilidades de introducirnos en el mercado laboral, cada día más automatizado. Y aparte, una vez que podamos ganarnos el sustento, poder optar a realizarnos como seres humanos, estudiando aquello que nos gusta, como puede ser la música en mi caso.
Mi aportación a esta sociedad, pasa por ayudar a aquellas personas con las asignaturas científico-técnicas, y a aquellas que tengan inquietud por la música. En mi historia personal, he combinado música con estudios obligatorios y posteriormente con mi formación como ingeniero técnico. Durante mi trayectoria profesional, he tenido la suerte de trabajar simultáneamente como analista de un laboratorio y como profesor de música en una Escuela Municipal de Música. Por motivos familiares, la música lo tuve que apartar (después de años en agrupaciones, de enseñar a más de una docena de alumnos) de mi vida, pero poco a poco lo voy retomando.
La técnica combinada con un arte o deporte, nos complementa como seres humanos y nos da innumerables satisfacciones. De ahí que mi reflexión, como ingeniero humanista, de estos casi 15 años de vida laboral sea la siguiente:
"Os animo a realizar los sueños que tengáis, a estudiar aquello que os llene de emoción la vida. Con esto os sentiréis realizados como personas, pero no olvidéis que si tenéis la suerte de que alguien os transmita conocimientos científico-técnicos y os preparáis para las nuevas tecnologías, tendréis más oportunidades para poder acceder al mercado laboral, cada día más especializado".
Agradecería que todo lo que está aquí escrito fuera objeto de discusión, puesto que mi opinión personal se enriquecería con cada una de vuestras opiniones.
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