En la actualidad, es difícil mantener atenta nuestra mente durante demasiado tiempo, es muy fácil despistarnos de cualquier tarea.
Muchas familias se preocupan porque el rendimiento de sus hijos e hijas en clase ha bajado.
¿Qué está ocurriendo?
Lo cierto es que hoy en día estamos rodeados de miles de estímulos que captan nuestra atención. No somos capaces de centrarnos al 100% en algo fácilmente.
Es por ello que ha aumentado el número de alumnos que reciben clases particulares fuera de la escuela.
Las clases particulares no solo van dirigidas a reforzar los contenidos que se dan en la escuelas, sino también a la resolución de dudas que hayan podido surgir en la misma. Ya que con estas clases conseguimos un mayor acercamiento al alumno o alumna, pudiendo llegar hasta él y comprender así la raíz de su pregunta.
Sin embargo, este acercamiento no sería eficaz si no hay una coordinación de trabajo entre los maestros de la escuela y los particulares, teniendo en cuenta que la finalidad es cubrir las necesidades que puedan surgir en el alumno/a durante su aprendizaje. Por lo que sería necesario:
En definitiva, las clases particulares pueden ayudar a nuestros hijos e hijas en el proceso de aprendizaje, acompañándoles durante el mismo y ofreciéndoles la ayuda necesaria en cada momento.
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